A principios de los años noventa, una cantante nacida en Texas con ascendencia mexicana, irrumpió con la fuerza de un huracán en los escenarios de México y Estados Unidos. Selena conquistó al público de ambos países y de algunos otros -- por su carisma, voz y música.
Con su trágica muerte, millones de admiradores se quedaron esperando conocer más de esta gran artista.
Cristina Castrellón, quien mantuvo una estrecha relación con
Selena, ha escrito "Selena. Su vida después de su muerte" para exponer los aspectos más íntimos de la cantante, pero además con la ayuda de una reconocida médium, da a conocer los mensajes que la intérprete texana ha mandado para sus seres más queridos, entre los que se incluye a sus seguidores.
Cristina inicia relatando cómo conoció a la cantante, siendo la autora la jefa de prensa de Representaciones Artísticas Apodaca, empresa que representó a Selena en México. Entre los grupos que ellos manejaban, por el año de 1992, se encontraban Bronco, Los Mier y Los Barón de Apodaca. Ese mismo año le hacen llegar dos casetes; uno de ellos contenía la música de Selena y los Dinos. Al poco tiempo, Selena y su grupo llegarían a su primera gira de promoción en Monterrey. Cuando Cristina y Selena se conocen, simpatizan de inmediato y más que una relación de trabajo, entablan una fuerte amistad. A partir de allí, Cristina narra cómo fue cada paso que dio la famosa artista; su bromista carácter y su bondadosa forma de ser.
Al conocer a Georgette Rivera en una presentación que la psíquica tenía que dar en Monterrey, se quedó pasmada cuando Georgette le comentó que la seguía el espíritu de una mujer joven. Escéptica al principio, Cristina fue convenciéndose mientras Georgette le daba más y más detalles que sólo ella y Selena podían conocer. Al final, Cristina acepta las palabras que la cantante le quiere dar desde su muerte y da a conocer en este libro seis mensajes dirigidas a sus seres queridos.
